Con la concentración del Frente 33 en una zona de ubicación temporal, el gobierno nacional dió paso firme hacia la consolidación de la paz en el país
Este logro es el resultado de los avances en la mesa de negociación del Gobierno nacional y las disidencias de la Farc.
El ministro del Interior, Armando Benedetti, destacó que la concertación lograda en la mesa de diálogo del Gobierno nacional y el Frente 33 de las disidencias de la Farc, respecto a que este grupo armado ilegal se concentre en una zona de ubicación temporal, representa un paso firme hacia la consolidación de la paz en Colombia.
“El objetivo de esta medida es claro: concretar los procesos de paz. La noticia que se dio el sábado es excelente, ya que se alcanzó un acuerdo para la concentración del Frente 33. Esto representa un avance importantísimo en el camino hacia la paz”, afirmó el jefe de cartera de Gobierno.
La concentración del grupo armado es una condición indispensable para la continuidad de las negociaciones y constituye un paso intermedio que busca generar confianza entre las partes y asegurar el cumplimiento de los compromisos pactados en la mesa de negociación.
Asimismo, la presencia de la fuerza pública en el perímetro de la zona garantiza el cumplimiento de los acuerdos establecidos y la seguridad de todos los actores involucrados en el proceso de diálogo con las disidencias de las Farc.
En los próximos días se definirán los protocolos específicos relacionados con la situación de este grupo armado ilegal durante su permanencia en la zona, en concordancia con el Derecho Internacional Humanitario y los principios que rigen este proceso de paz.
El Gobierno nacional reitera su compromiso con la construcción de una paz estable, duradera e incluyente. Por lo que, la concentración del Frente 33 constituye uno de los avances más significativos hasta la fecha en este proceso de negociación, que refleja la voluntad de diálogo, reconciliación y construcción colectiva del futuro del país en materia de paz.
Presidente destaca acuerdo con el Frente 33 para la creación de zona de paz en el Catatumbo
“Comienza la paz del Catatumbo”, escribió el presidente Gustavo Petro en un mensaje que publicó en su cuenta de X, al referirse al acuerdo logrado entre el Gobierno nacional y representantes del Frente 33 del EMBF (Estado Mayor de los Bloques y Frentes) de las FARC-EP.
El mandatario precisó: “Se acuerda zona de paz para la dejación de la violencia con el frente 33 del estado mayor y el Gobierno nacional. Allí se congregarán los combatientes y armas del frente 33″.
Y adjuntó a su mensaje un comunicado de la Mesa de Diálogos de Paz entre el Gobierno nacional y el EMBF de las FARC-EP, titulado ‘Acuerdo de Catatumbo’, donde se precisa que se definió la instalación de una Zona de Ubicación Temporal (ZUT) en el área rural del municipio de Tibú, Norte de Santander, para ubicar ahí a los integrantes del citado Frente 33.
En esa zona, delimitada geográficamente, “se garantizará el Estado social de Derecho y el funcionamiento de las instituciones que participarán en las transformaciones territoriales acordadas en el marco de la Mesa de Diálogo de Paz, con participación activa de las comunidades del Catatumbo, con respeto a sus derechos y libertades”, recalca el comunicado.
Para la definición de esta zona –agrega–, “se analizaron y evaluaron las propuestas presentadas por las partes y finalmente se concertó su ubicación, teniendo en cuenta las condiciones de seguridad, logísticas, geográficas, administrativas requeridas, para cumplir con las necesidades básicas de permanencia temporal para los integrantes del Frente 33 del EMBF FARC-EP que participarán en la paz con justicia social y ambiental”.
Las delegaciones elaborarán los acuerdos y protocolos necesarios para el establecimiento de la Zona de Ubicación Temporal y su funcionamiento, así como la temporalidad en cada una de sus fases.
El comunicado está firmado por los delegados y delegadas del Gobierno nacional en la Mesa de Diálogos de Paz Gloria Quiceno Acevedo, Luz Dary Landázuri, Genny Calvo y Feliciano Valencia Medina, y por John Mendoza, Andrey Avendaño, Richard Suárez y Willinton Henao, delegados del EMBF FARC-EP.
El Gobierno formaliza la “zona de ubicación” para avanzar en la negociación con 500 disidentes de las FARC en el Catatumbo
La resolución, conocida este viernes, da 45 días al llamado Frente 33 armado para que se concentre en una zona rural del municipio de Tibú
El Gobierno de Colombia ha publicado este viernes el decreto que formaliza una zona de ubicación temporal, en la que se concentrarán los combatientes del Frente 33 de las disidencias de las FARC, que negocia con el Ejecutivo un proceso de paz. En Tibú, el municipio más grande de la región del Catatumbo, en la frontera con Venezuela, ese grupo armado planea comenzar un proceso de dejación de armas y regreso a la vida civil. Según la Fundación Ideas para la Paz, son cerca de 500 hombres y mujeres en armas que han librado una guerra territorial contra la guerrilla del ELN en el enclave con más cultivos de coca del mundo. El documento especifica que tienen 45 días para terminar su proceso de unificación y que la zona estará vigente, si se cumplen las condiciones, hasta la Navidad.
El documento se conoce casi tres semanas después que el presidente Petro anunciara, a través de su popular cuenta de X, que el proceso pasaría a la fase de retorno a la vida civil. “Comienza la paz del Catatumbo”, escribió el pasado 3 de mayo. Para ese momento, el Ejecutivo ya había anunciado el comienzo de la concentración.
El llamado Frente 33 forma parte del Bloque Gentil Duarte, a su vez una de las estructuras que integran el Estado Mayor de Bloques y Frente (EMBF), una federación de grupos disidentes que negocia la paz con el Estado. El máximo jefe del EMBF es Alexánder Díaz, conocido como Calarcá Córdoba, quien tiene su centro de operaciones entre Caquetá, Meta y Guaviare, en las orillas de la selva amazónica y cientos de kilómetros al sur de Tibú.
No obstante, la negociación parece haber roto esa precaria unidad entre los diferentes grupos. A mediados de mayo Calarcá envió una carta pública al presidente Gustavo Petro en la que rechaza el decreto que plantea la zona del Catatumbo, y en la que asegura que esa propuesta no fue concertada en la mesa de negociación con él, sino que se pactó directamente con el Frente 33. Por su parte, el comandante de esa estructura, Andrey Avendaño, publicó un video en redes sociales en el que defendió la concentración. Aseguró que desde allí continuarán las negociaciones y buscarán posibilitar el retorno de las más de 67.100 personas desplazadas desde enero en el Catatumbo, donde su grupo ha sufrido una fuerte arremetida de la guerrilla del ELN.
El decreto especifica que las condiciones operativas de seguridad de la zona son reservadas; sin embargo, una fuente cercana a esa mesa, ha dicho que la zona, informalmente, “existe desde marzo”. “El grupo armado se asentó en unas veredas cercanas a unos refugios humanitarios en Tibú. Han estado allí para recuperar el territorio que han perdido desde enero”, dice en referencia a las derrotas de esa disidencia frente al ELN. Así, la apuesta del Gobierno es sacar de la guerra a una de las dos estructuras que se disputan el Catatumbo, para que así cese el conflicto. Justramente, en marzo se difundió un audio atribuido al ELN en la que advertía de una nueva acometida para acabar con los disidentes. Días después, el Frente 33 comenzó una serie de ataques y enfrentamientos en Tibú.
Para algunos catatumberos, la decisión recuerda a la zona de distensión que acordaron en 1998 las extintas FARC y el gobierno de Andrés Pastrana. Se trataba de 42.000 kilómetros en el sur del país en los que los guerrilleros se concentraron sin el riesgo de combate con la Fuerza Pública. Sin presencia militar ni mecanismos de verificación robustos, el experimento llevó al fortalecimiento militar, político y financiero de las FARC. El fracaso de ese proceso de paz dejó una profunda desconfianza sobre los diálogos con grupos armados y marcó la política de seguridad de los años siguientes.